HIMNO: DIOS TE LLAMA, OH PRÓDIGO,VEN
AUTOR: CHARLES HUTCHINSON GABRIEL TRADUCTOR: GILBERTO M. J. LEAR GILBERTO M. J. LEAR
Nació en Londres (Inglaterra) en el año1884 y Dios se lo llevó a su presencia en 1961. Fue convertido al Evangelio en los primeros años de su vida. En 1904 marchó a Argentina como empleado de banca. Dominado por una pasión ardiente que buscaba la salvación todos los hombres. Aunque su trabajo era apreciado, los directores del banco se sentían incómodos y comprometidos al ver que Lear tocaba el armonio en cultos de evangelización al aire libre. Al pedírsele que escogiera entre la predicación y la contabilidad bancaria, viendo en esta injusta alternativa la voluntad de Dios que le guiaba a dar todo por la obra, decidió por la predicación del evangelio.
De 1905 a 1927 colaboró en el esfuerzo evangelístico de Córdoba y posteriormente sirvió al Señor en Buenos Aires. Era compañero de Jaime Clifford y tenía treinta y tres himnos y una docena de coros en Himnos y cánticos del Evangelio, cancionero que él compiló juntamente con su suegro Guillermo Payne, valiente evangelista. Gilberto Lear fue uno de los grandes hombres de las asambleas cristianas en la Argentina, y su influencia se extendió y aún persiste por todos los países de habla hispana, como veremos.
Predicador, maestro, músico y compositor, logró dominar el idioma español de tal manera que tradujo, arregló y escribió muchos himnos en métrica, rima y gramática castellana perfectas. Estos forman parte del himnario “Himnos y Cánticos del Evangelio”, aun en circulación y uso en asambleas en Latinoamérica y algunas de habla hispana en los Estados Unidos. Ya sea en traducción o creación propia, le pertenecen las letras de
— “Oh, Profundo Amor De Cristo”, — “En Tu Palabra, Oh Padre Dios, qué bella luz se ve”, — “Yo quisiera, Oh Salvador”, — “Ama La Biblia Que Dios Nos Ha Dado”, — “No Sé Decir Cómo El Señor De Gloria”, y muchos otros Durante una semana evangelística el misionero Alfredo Jenkins deseaba usar el cántico God is calling the prodigal, cuya autoría le pertenece a Charles Hutchinson Gabriel el cual fue traducido por Guillermo Lear como Dios te llama, ¡oh pródigo, ven sin más tardar! Esta fue una de las primeras de sus traducciones y también una de las mejores. A continuación damos paso a su lectura:
Ven, oh pródigo, ven sin tardar, te llama Dios, Óyele llamando, llamándote a ti; Tú que vagas errante, escucha su tierna voz, Escucha su voz de amor. Llamando por ti: perdido, pródigo, ven. Llamando por ti: perdido, pródigo, ven. Con paciencia y ternura te llama, ven a El, Óyele llamando, llamándote a ti; Mientras Cristo te llama, Ven, no seas infiel Escucha su voz de amor.