HAY UN CANTO NUEVO EN MI SER
AUTOR: LUTHER BUURGUES BRIDGERS HIMNO: HAY UN CANTO NUEVO EN MI SER NO todos nuestros himnos tienen una historia feliz. Detrás de muchos cánticos se encuentran siervos de Dios que irrigaron con sus lágrimas la viña, y cuyas poderosas composiciones nacieron del dolor y hasta de la muerte. Una de ellas es “Hay un canto nuevo en mi Ser”, que nació de una fe genuina en medio del dolor más profundo. HISTORIA DETRÁS DEL HIMNO Liuther Baargess Bridgers fue un compositor y ministro estadounidense. Era undécimo descendiente lineal de Lawrence Bridger nacido en1550 y fallecido en 1630), Rector de la Iglesia de San Juan Evangelista en Slimbridch, , Reino Unido. Liuther Baargess Bridgers nació el 14 de febrero de 1884 en Margarettsvill, Carolina del Norte, hijo del ministro James Biekanan Bridgers y Gorgiana Nai Cooke. El padre de Liuther condujo reuniones de avivamiento hasta su muerte, a menudo con su hijo ayudándolo, desde 1904 hasta 1913. Desde 1902-06 Bridgers asistió al Asbury Collech en Wilmore, Kentucky, donde conoció a su esposa Sarah Jane “Sallie” con quien tendría tres hijos. Fue ordenado en la Iglesia Metodista Episcopal del Sur y pastoreando su primera congregación en Perry, Florida, entre 1908 y 2009, que finalmente renunció a favor del evangelismo itinerante en todo el sureste de los Estados Unidos. Un cantante talentoso, Bridgers también escribió una serie de himnos, el más famoso fue “He Keeps Mei Singuin”” Me mantiene cantando” en español, que se publicó por primera vez en el himnario # 6 de Revival de Charles Tillman en marzo de 1910. La canción se derivó de “Melody of Love, “una canción popular del día, escrita por Hans Engelmann en 1903. Sin sospechar que estaban en víspera de una tragedia, el joven predicador llegó con su familia a la casa de sus suegros, pues iba a predicar en una campaña evangelística en ese pueblo. La reunión familiar fue gozosa y sus hijos jugaron felices con sus abuelos. En la noche todos sea acostaron cansados. Más tarde un vecino se despertó y vio la casa envuelta en llamas. Corrió al rescate, pero sólo salieron con vida el padre con los abuelos. Pese a los esfuerzos, la madre con sus tres hijos murieron asfixiados. El viudo Luther Bridgers, no pudo comprender tan terrible pena, pero se afianzó en las promesas de Dios en la Biblia. El Señor le dio un cántico en la noche oscura de su duelo y la verdad del salmo 42 se refleja en el himno: “Hay un canto nuevo en mi ser.” Hay un canto nuevo en mi ser, Es la voz de mi Jesús Que me dice: Ven a descansar, Tu paz conquisté en la cruz. Cristo, Cristo, Cristo, Nombre sin igual; Llena siempre mi alma De esa nota celestial. Tengo, de su gracia celestial, Gozo en su santo amor, Y riquezas fluyen a raudal Desde el trono del Señor. Por las aguas hondas me llevó, Pruebas en mi senda hallé; Mas por el sendero me guió Y sus huellas seguiré. Cristo en las nubes volverá, Bajo el bello cielo azul; El entonces mi alma llevará A vivir en gloria y luz En 1914 fue nombrado Evangelista General por la Iglesia Metodista Episcopal del Sur y se casó con Eiline Winburn con quien engendró a Luther Bridgers Jr, que nació en1915 y falleció en 1992). En los años inmediatamente posteriores a la Primera Guerra Mundial, Bridgers además de escribir varios himnos , participó en misiones en Bélgica, Checoslovaquia, Polonia y Rusia. En 1921, Asbury Collech otorgó a Bridgers un Doctorado de Divinidad honorario por su exitoso trabajo evangelístico. De 1932 a 1944, Bridgers estuvo pastoreando con la ayuda de su esposa, varias iglesias metodistas en el área de Atlanta, Georgia, y luego brevemente en una iglesia metodista en Moorhead, Carolina del Norte. En declive de salud, se mudó a Geinsvell, Georgia, donde murió el 27 de mayo de 1948.