¿Cómo lees?

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La Biblia y sus beneficios (2ª Parte)

¿Cómo lees?

Beneficios de leer la Biblia: 9 razones importantes para hacerlo

¡La Biblia es el libro más maravilloso que podemos leer!

Es la carta de amor de nuestro Padre celestial para cada uno de nosotros.

En el anterior programa de esta nueva serie, estuvimos compartiendo con todos vosotros algunos de los muchos beneficios
de leer la Biblia

6ª Razón: Para inspirarme a alabar a Dios

¿Anhelas alabar a Dios, pero piensas que no tienes suficientes palabras? ¡Usa la Biblia!

En ella encontramos muchísimos cánticos de alabanza y adoración a Dios. Recibe inspiración para adorar a aquel que ha dado a su Hijo unigénito para que podamos disfrutar de la vida eterna.

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. (Salmo 106:1-2)

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
(Salmo 103:1-2)

7ª Razón: Para aprender a reflejar el carácter de Cristo

Cuando Dios toca nuestra vida, él nos transforma y nos ayuda a ser más como Jesús.  ¡Lo viejo queda atrás!

De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17).

Al leer los Evangelios y ver cómo Jesús se relacionaba con el Padre, con sus discípulos y con todos los que le rodeaban, aprendemos a vivir la vida de una forma que refleja que Él es nuestro Señor.

Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 15:5-6)

Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos. «Él no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca» (1 Pedro 2:21-22)

8. Para permanecer firmes ante los ataques del enemigo

El diablo, enemigo de las almas, nos ataca y nos quiere distraer para que no crezcamos en nuestro andar con Jesús ni hagamos la voluntad de Dios.

Él intenta que no le demos importancia a pasar tiempo con Dios porque sabe que mientras más nos acerquemos a Dios  más fuerte será nuestro espíritu.

¡No le permitas vencer! Busca cada día la presencia de Dios en oración y aliméntate siempre con su Palabra.

Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo:  Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. (Efesios 6:10-13)

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan.
¡Todo cuanto hace prospera! (Salmo 1:1-3)

9. Para entender la historia de la humanidad
(el pasado, el presente y el futuro)

En la Santa Biblia encontramos el relato de la historia de la humanidad desde el mismo principio de la creación. A través de ella entendemos cómo fueron creados los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos.  Entre otras cosas nos habla de la historia del pueblo de Israel, de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús  y de la expansión de la iglesia primitiva.

La Biblia también contiene profecías: muchas ya se han cumplido, pero quedan aún muchas por cumplir.

Al leerla aprendemos a observar las señales de los tiempos, no para temer al final, sino para prepararnos, aferrándonos más a nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: ¡Que exista la luz! Y la luz llegó a existir. (Génesis 1:1-3)

Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios.
(2 Timoteo 3:1-4)

Muchas gracias y que Dios bendiga vuestra lectura de su palabra dándoos revelación de él en ella.

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