El Banco de la Fe
Una promesa de Dios puede compararse a un cheque pagadero a la orden del portador.
Esta promesa ha sido otorgada al creyente, con el propósito de que reciba una gracia, no para que la lea superficialmente y después prescinda de ella, el cristiano ha de considerarla como algo real, del mismo modo que lo es un cheque para comerciante.
Del libro de cheques del banco de la fe por Charles Spurgeon en Radio Luz a Las Naciones, te presentamos: Promesas y palabras de aliento para cada día
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