09 Ago Libro de Eclesiastés
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in Estudio de Eclesiastes
Libro de Eclesiastes
Un estudio expositivo por Lowell Brueckner
CAPITULO 10
Las consecuencias de los errores de los gobernantes
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Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumista dé mal olor; un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor.
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El corazón del sabio lo guía hacia la derecha, y el corazón del necio, hacia la
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Aun cuando el necio ande por el camino, le falta entendimiento y demuestra a todos que es un necio.
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Si la ira del gobernante se levanta contra ti, no abandones tu puesto, porque la serenidad suaviza grandes ofensas.
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Hay un mal que he visto bajo el sol, como error que procede del gobernante:
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la necedad colocada en muchos lugares elevados, mientras los ricos se sientan en lugares
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He visto siervos a caballo y príncipes caminando como siervos sobre la
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Él que cava un hoyo cae en él, y al que abre brecha en un muro, lo muerde la
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Él que saca piedras puede lastimarse con ellas, y él que raja puede lesionarse con
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Si el hierro está embotado y él no ha amolado su filo, entonces tiene que ejercer más fuerza; la sabiduría tiene la ventaja de impartir éxito.
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Si la serpiente muerde antes de ser encantada, no hay ganancia para el
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Llenas de gracia son las palabras de la boca del sabio, mientras que los labios del necio a él
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El comienzo de las palabras de su boca es insensatez, y el final de su habla perversa
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El necio multiplica las palabras, pero nadie sabe lo que sucederá, ¿y quién le hará saber lo que ha de suceder después de él?
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El trabajo del necio lo cansa tanto que no sabe ir a la
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¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, y cuyos príncipes banquetean de mañana!
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Bienaventurado tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna y cuyos príncipes comen a su debida hora, para fortalecerse y no para embriagarse.
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Por negligencia se hunde el techo, y por pereza tiene goteras la
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Para el placer se prepara la comida, y el vino alegra la vida, y el dinero es la respuesta para
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Ni aun en tu recámara maldigas al rey, ni en tus alcobas maldigas al rico, porque un ave de los cielos llevará el rumor, y un ser alado hará conocer el asunto.