Confiar y obedecer a Jesús “John Henry Sammis”

Confiar y obedecer a Jesús “John Henry Sammis”

La Historia detrás del Himno

Himno: Confiar y obedecer a Jesús

Autor: John Henry Sammis

compositor: Daniel Brink Towner

 

John Henry Sammis nació en 1846, en Brooklyn Nueva York, Se mudó a Logansport, Indiana cuando tenía 22 años, donde se convirtió al cristianismo.

 

Era un hombre de negocios que se convirtió en ministro presbiteriano . Enseñó en el Instituto Bíblico de Los Ángeles .

 

Sammis fue el escritor del himno cristiano “Confiar y Obedecer a Jesús” con Daniel Brink Towner en 1887. A pare de este himno escribió más de 100 himnos entre los cuales también se encuentra “ El es un amigo mio”.

La mayoría de ellos se pueden clasificar como “cantos de confianza” y “cantos de obediencia”. Fueron compilados por  Thomas Corwin Horton (fundador del Instituto Bíblico de Los Ángeles) y Reuben Archer Torrey  en 1918. Sammis murió en Highland Park, Los Ángeles el 12 de junio de 1919.

La historia de como nació este himno fue así:

“En realidad no sé cómo lo voy a hacer, pero yo voy a confiar y a obedecer a Dios”.

 

Estas fueron las palabras expresadas en un testimonio dado por un joven que se encontraba en una conferencia de Dwight Lyman Moody en Brockton, Massachusetts, en 1887.

 

A través de los mensajes de Moody, este joven vio la necesidad de un avivamiento personal e hizo una dedicación de consagración al Señor.

 

Daniel Brink Towner, quien estaba sustituyendo a Ira David Sankey, estaba encargado de la música congregacional; además Towner se encontraba ayudando al Sr. Moody a desarrollar el programa de música sagrada en el Instituto Moody en Chicago.

 

Las palabras de aquel joven le impresionaron tanto a Towner que inmediatamente en su mente compuso un pequeño coro: Obedecer, cumple a nuestro deber si queréis ser felices, debéis obedecer.

 

Towner escribió la frase “Confiar y Obedecer” en un pequeño pedazo de papel junto con la idea del coro que había compuesto y con el relato acerca del joven; días después envió este material a John Henry Sammis, un pastor presbiteriano.

 

Tan pronto como el pastor Sammis recibió la carta, escribió las estrofas que aún cantamos hasta el día de hoy y se las envió a Towner quien completó el himno agregándole la música que hasta hoy conocemos.

 

George Schuler, un músico-compositor, quien por muchos años enseñó en el Instituto Bíblico Moody, relata un incidente interesante en cuanto a este poema:

 

Obedecer y confiar en Jesús Es la regla marcada para andar en la luz, incidente que hubiera podido anular la publicación de este hermoso himno, o hubiera sido publicado pero con diferente melodía.

 

Al recibir las palabras de las estrofas de parte del ministro Sammis, Towner trató de ponerles la melodía.

 

Aparentemente, la melodía que él les trató de poner no le gustó al momento y tiró el manuscrito de la melodía al zafacón (cesto de la basura). Cualquiera que haya sido la razón, a él no le gustó y la tiró a la basura.

 

Al siguiente día, la Sra. Towner se encontraba limpiando y sacudiendo el estudio de su esposo cuando notó un papel arrugado en la basura.

 

En su curiosidad, tomó el papel y leyó las palabras de la primera estrofa escritas con la música que su esposo había estado componiendo la noche pasada.

 

La Sra. Towner conocía un poco de música y entonó las palabras a la melodía también escrita en el papel, le gustó tanto que dejó el papel sobre el órgano.

 

Esa tarde el Sr. Towner llegó a casa y encontró el manuscrito sobre el órgano, sorprendidamente le preguntó a su esposa que él pensaba que había tirado el manuscrito.

 

Ella acertadamente respondió, agregando que ella sentía que esa era precisamente la melodía que se necesitaba para transmitir el mensaje tan especial de ese himno.

 

Towner siguió el consejo de su esposa e inmediatamente este himno alcanzó gran popularidad que ha continuado hasta el día de hoy.

 

A continuación damos paso a la lectura del himno Confiar y obedecer

 

Para andar con Jesús, no hay senda mejor
Que guardar sus mandatos de amor.
Obedientes a Él, siempre habremos de ser
Y tendremos de Cristo el poder.

 

Obedecer, y confiar en Jesús
Es la regla marcada para andar en la luz.

 

Cuando vamos así, como brilla la luz
en la senda al andar con Jesús,
Su promesa de estar, con los suyos es fiel
Si obedecen y esperan en él.

 

Obedecer, y confiar en Jesús
Es la regla marcada para andar en la luz.

 

Quien siguiere a Jesús, ni una sombra verá,
Si confiado su vida le da.
Ni terrores ni afán, ni ansiedad, ni dolor;
 pues los cuida su amante Señor.

 

Obedecer, y confiar en Jesús
Es la regla marcada para andar en la luz.
 

 

Mas sus dones de amor, nunca habréis de alcanzar
Si rendidos no vais a su altar,
pues su paz y su amor,sólo son para aquel,
 que a sus leyes divinas es fiel.

 

Obedecer, y confiar en Jesús
Es la regla marcada para andar en la luz

 



Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar