08 Jun Libro del Profeta Daniel
Posted at 07:02h
in Estudio de Daniel
Libro del Profeta Daniel
Un estudio expositivo por Lowell Brueckner
Capítulo 1
Cuatro jóvenes hebreos en Babilonia
Capítulo 1:1-7
-
En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
-
Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
-
Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
-
muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.
-
Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.
-
Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
-
A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
Lo primero que aprendemos al leer el primer capítulo del libro de Daniel es que:
-
La Biblia armoniza con los eventos de la historia humana. Nos habla de gobernantes, naciones y movimientos, mundialmente reconocidos como históricos, y nos habla con exactitud de las fechas en las cuales tomaron lugar. Babilonia jugó un papel muy importante en la Biblia. Su historia empieza en el libro de Génesis y termina en En este estudio, nos adentramos en el tiempo en el que este imperio había alcanzado su gloria. En el versículo 1, vemos una de las conquistas del emperador Nabucodonosor II, hijo de Nabopolasar, quien destruyó el imperio asirio, convirtiendo Babilonia en una potencia mundial. Cuando Daniel y sus compañeros llegaron allí, dominaba todo el Medio Este.
-
Israel siempre ha estado involucrado, de una u otra manera, con estas fuerzas predominantes. El Omnipotente Dios, que habló y dio existencia al universo, eligió ser el Rey divino de una nación relativamente pequeña. Sin embargo, este pueblo nunca fue algo insignificante, ni tampoco lo es ahora, dentro del gran escenario mundial.
Durante el tiempo en el que los faraones egipcios gobernaban el mundo, un joven esclavo hebreo, llamado José, fue hecho gobernador y el segundo por debajo del mismo rey. Muchos años después, Egipto tomaría como esclavos a los de la nación étnica de José, pero su Dios, Jehová, les libraría de forma sobrenatural. Como resultado, Él sería conocido y temido por todas las naciones. Siglos después, Asiria asumió el poder y conquistó a diez de las tribus de Israel en sus territorios del norte. Después, Babilonia venció a Asiria e invadió Judá, al sur de Israel.
Este acontecimiento nos lleva al tiempo de Daniel, en el que él profetiza acerca de otras grandes naciones con las cuales Israel iba a tener que ver en el futuro, que son: Persia, Grecia y Roma. Pero Daniel nos dirá aún más…, su palabra alcanzará a este siglo XXI y nos hablará del imperio más perverso de todos, el cual dominará la tierra en los últimos tiempos. Dios, por medio de la debilidad de un pequeño país, revelará Su poder al mundo entero. Ésta es siempre la manera en la que Él manifiesta Su gloria.
La mayoría de los lectores, probablemente sabrá que Israel, casi desde sus comienzos, fue dividido en dos naciones: Israel al norte y Judá al sur. Ya hemos mencionado que el reino del norte fue vencido por Asiria, dejando de ser una nación. Esto causó que Judá asumiera el papel del pueblo de Dios, y su sucesión de reyes continuó con Ezequías.
Al acercarnos al fin de este reino, hubo cierta confusión sobre quién sería el rey. Los judíos prefirieron a Joacaz, hijo del anterior rey, Josías, sobre su hermano mayor, Eliaquim. Sin embargo, el rey de Egipto destronó a Joacaz y Eliaquim tomó su lugar.
Eliaquim fue un idolatra que a su vez practicó el sacrificio de niños, y la nación le siguió. Persiguió a los profetas, quemó la primera copia de las profecías de Jeremías y le encarceló. En los momentos más oscuros de la historia de Judá, el rey vivió lujosamente y opresionó a sus ciudadanos ¡Qué típico de la depravación humana es no responder al aviso de Señor, sino comer, beber y estar gozoso, frente a la muerte! Sin embargo, el principio divino dicta el resultado final, y ésta es la ley a la que toda persona sabia debe adherirse: “Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos” (Ap.13:10). Eliaquim fue asesinado en Jerusalén; su cadáver fue echado fuera de la ciudad y no fue sepultado (Jer.22:18,19,30). Pocos años después, su hijo Joaquín, de 18 años, fue llevado al cautiverio en Babilonia, donde pasó 37 años.
Eliaquim todavía vivía cuando Jerusalén fue sitiada; Nabucodonosor le ató y después le mató. Los 70 años de cautiverio, profetizados por Jeremías, empezaron cuando los primeros cautivos fueron llevados a Babilonia. Daniel vivió en el comienzo y final de estos 70 años.
Daniel sabia de la importancia de los eventos y por eso escribió sobre cómo Nabucodonosor se llevó los tesoros del templo de Jerusalén. El emperador era muy religioso y vio más que utensilios para añadir a su fortuna personal, para enriquecerse más o para mejorar la economía de su nación. Fueron pruebas que demostraban otra victoria de su dios, ahora sobre el Dios de Judá. Puso estos “trofeos” en la casa de los tesoros de su dios.
El dios principal de Babilonia era Bel o Baal. Otras dos importantes deidades eran Nebo, del cual Nabucodonosor recibió su nombre, y Astoret. En Apocalipsis, Babilonia es llamada “la madre de las rameras”, cuyo nombre habla del origen e influencia sobre la idolatría y religiones del mundo. Su religión existió desde el tiempo de la Torre de Babel y se esparció por todo el Medio Este hasta Fenicia (incluso Tiro, la ciudad de Jezabel, y Sidón) Caldea, Moab, Canaán y otras naciones. Babilonia fue culpable por la caída espiritual de Israel, vez tras vez, y siguió existiendo en el tiempo de los romanos, cuando Bel se convirtió en Júpiter, Nebo en Mercurio y Astoret en Venus. De alguna manera, podemos concluir que sigue existiendo hoy en día y seguirá hasta el tiempo del fin.
Por supuesto, Nabucodonosor ignoraba la disciplina del Señor sobre Su pueblo. De haberlo sabido, vería que más allá de cómo aparentaba la situación, no tenía por qué dar gloria a su dios. La mano soberana de Dios controlaba la situación totalmente: “El Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios”.
Nabucodonosor mandó a su eunuco principal, Aspenaz, que juntara a los jóvenes de la familia real, descendientes de David, y a otros de la nobleza. Obviamente, quiso que le sirvieran tanto en la parte religiosa como espiritual de su gobierno. Después podremos estudiar los propósitos altos y eternos de Dios.
El emperador buscaba sangre y preparación noble, jóvenes sin fallos ni defectos físicos, muchachos guapos, sumamente inteligentes, listos y educados en la lógica y el sentido común. El recurso más grande de una nación es su pueblo y, en aquellos jóvenes judíos, Nabucodonosor encontró más de lo que esperaba. Los judíos pensaban que Daniel era descendiente del rey Ezequías.
Los jóvenes fueron iniciados en un programa de tres años, en los cuales se les enseñó la literatura y lenguaje de los caldeos. Se les dieron nombres nuevos, derivados de los dioses babilónicos. El nombre de Daniel (Juez de Dios), fue Beltsasar (príncipe de Bel); Ananías (Gracia del Señor), fue Sadrac (Iluminado del Sol… también adorado); Misael, (¿Quién comparable a Dios?), fue Mesac, (de la diosa Shak); y Azarías, (El Señor es ayudador), fue Abed-nego, (Siervo de Nego o Nebo… el dios que los romanos llamaban Mercurio). Además de esto, también deberían acostumbrarse a una dieta caldea.
No necesito exagerar lo más mínimo para demostrar que los métodos utilizados por Nabucodonosor son los mismos que los utilizados para manipular a la gente en nuestros tiempos. Lo he observado incluso en la obra misionera, donde los nuevos conversos se ven forzados a conformarse a los prejuicios, mentalidad, estilo de música, elección de instrumentos y orden de culto de un misionero. Una señora nativa americana que conocí hace muchos años, había estado interna en una escuela misionera cuando era niña. Allí forzaban a los alumnos a hablar solamente inglés y se les castigaba físicamente si se les oía hablar en su lengua nativa. Nuestro hijo, Steve, cuando vivía en Alaska, me informó que los esquimales tenían que someterse a un trato semejante, por parte de los misioneros, hace solamente una generación atrás.
Antes de que Daniel y sus compañeros pudieran ser útiles para los planes de Nabucodonosor, tenían que pasar por el sistema babilónico de ser desprogramados y programados de nuevo; en términos sencillos, tenían que tener lavado el cerebro para poderles enseñar las costumbres y cultura babilónicas. Los nazis y los comunistas también se concentraban en la juventud, ignorando a los adultos. Permíteme avisar seriamente a los padres cristianos de que el sistema del mundo está enfocándose sagazmente en nuestros jóvenes y tras ello ¡están los poderes diabólicos del infierno! Hay maestros y profesores en los sistemas de capacitación mundana que están totalmente resueltos a adoctrinar a la juventud cristiana, hasta que adopten totalmente su mentalidad.
Desde un punto de vista secular, estos adolescentes tuvieron una excelente oportunidad. Babilonia, en su día, era el mejor del mundo entero en cuanto a estudios de literatura y lenguaje. A estos jóvenes se les concedió una beca completa para ingresar en el nivel más alto de la “Universidad de Babilonia”. Sus mentes fueron cultivadas por los educadores más famosos de la tierra. También les ofrecieron la mejor comida y el vino más refinado. Tuvieron un estilo de vida lujoso y, finalmente, una importante posición oficial.
Esta es la clase de presión mundana y psicológica ejercida sobre los chicos y chicas cristianos en las instituciones de aprendizaje (escuelas) y universidades. Deben estar muy arraigados en los caminos de Dios y mantener una vigilancia constante por medio de Su palabra. ¡Es imperativo que sean cuidadosos y que no minimicen el peligro!
Muchos pierden su fe allí y otros testifican que su fe había llegado al borde del abismo. Ninguno de estos jóvenes hebreos ni sus padres, hubieran elegido tal destino. No estaban en Babilonia para aprender una profesión o completar una carrera. Dios, en Su plan soberano, les colocó allí para Sus propósitos eternos. Al ser así, Él también les dio la fuerza, no solamente para poder existir en tal ambiente, sino también para triunfar y a la vez influir a otros, en lugar de ser influidos. Hará lo mismo hoy para aquellos a los que Él llama a semejantes situaciones.
Diez veces superiores
Capítulo 1:8-21
-
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse.
-
Dios concedió a Daniel hallar favor y gracia ante el jefe de los oficiales,
-
y el jefe de los oficiales dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado vuestra comida y vuestra bebida; ¿por qué ha de ver vuestros rostros más macilentos que los de los demás jóvenes de vuestra edad? Así pondríais en peligro mi cabeza ante el rey.
-
Pero Daniel dijo al mayordomo a quien el jefe de los oficiales había nombrado sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
-
Te ruego que pongas a prueba a tus siervos por diez días, y que nos den legumbres para comer y agua para beber.
-
Que se compare después nuestra apariencia en tu presencia con la apariencia de los jóvenes que comen los manjares del rey, y haz con tus siervos según lo que veas.
-
Los escuchó, pues, en esto y los puso a prueba por diez días.
-
Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey.
-
Así que el mayordomo siguió suprimiendo los manjares y el vino que debían beber, y les daba legumbres.
Dios siempre tiene a alguien preparado para socorrer a los que le pertenecen a Él; desde la cuna hasta la tumba y, en verdad, mucho antes de nacer. Tal persona no tiene que ser un creyente, pero para lo que Dios le llama, llevará a cabo Sus propósitos con fidelidad. El Señor entrenó cuervos para que alimentaran a Elías, durante la hambruna, y después eligió a una pobre viuda para sostenerle y hospedarle hasta que terminara la crisis. El emperador Ciro, siendo pagano, animó a los israelitas a volver a su tierra y reedificar su templo; también ayudó a financiar todo el proyecto. Dios le llamó Su siervo.
Uno de mis hermanos mayores, que es ahora un octogenario, está entre los que uno llamaría, un creyente común. Vive solo con su mujer, que tiene Alzheimer, y está totalmente liado, atendiéndola 24 horas al día, cuidando la casa y la propiedad de alrededor, que es bastante grande. Su edad limita su capacidad para poder preocuparse por otros intereses y gastos, por lo que su cuenta bancaria llegó a estar en números rojos y el dibujo de los neumáticos de su pick-up había desaparecido completamente.
Cuando mi cuñada era más joven y gozaba de buena de salud, limpiaba la casa de un abogado que no era creyente. Él oyó acerca del caso de mi hermano y un día se presentó en su casa y le dio un cheque por valor de 500 dólares. También liquidó su cuenta bancaria y financió unas ruedas nuevas para su vehículo. Su esposa estaba sorprendida y le dijo a mi hermano que ésta no era, para nada, una característica de su esposo. Sí señor, pero cuando el soberano Señor pone Su mano sobre una persona, de repente, se hace obediente y hace lo que no acostumbra a hacer jamás, para socorrer a un hijo de Dios.
El pastor de la iglesia a la que asiste nuestro hijo Steve y su familia, halló un empleo, a tiempo parcial, como funcionario de prisiones. Todos los guardias sabían que un prisionero traficaba droga, pero tenían miedo de enfrentar el problema. El pastor entró, encontró el alijo y lo confiscó. Después, cuando andaba entre las celdas, escuchaba a los prisioneros hablando, suficientemente recio, como para que les escuchara sobre lo que le podría pasar. Un moreno grandote dijo: “¡Ese blanco no tiene planes de vivir mucho tiempo!”
Antes de recibir al Señor, el pastor mismo tomaba drogas, y sabía lo que era estar en situaciones peligrosas. Sin embargo, ese paseo por el módulo de prisión le dejó estremecido en la profundidad de su alma. Antes de salir, dijo a todos: “No tengo nada contra nadie, sólo hice lo que es mi deber como guardia”. En cada prisión existen rangos de prisioneros y, por encima de todos, hay un mandamás al que todos temen. La siguiente vez que entró, el “jefe” de esa prisión fue a su encuentro y le dijo: “Tienes razón, sólo haces lo que tienes que hacer, así que no te preocupes. Nadie te va a hacer daño”. Después, al pasar por la galería, hubo un gran silencio.
“Dios concedió a Daniel hallar favor y gracia ante el jefe de los oficiales”. En el bastión de la Babilonia idólatra, Dios obró en el corazón de un importante oficial a favor del judío adolescente al que el Señor amó mucho (9:23; 10:11,19. RV60). Cuando una persona anhela y determina agradar a su Señor, no importan las circunstancias en las que se encuentre, porque Él cooperará para llevarle a la santificación. No existe una situación demasiado impiadosa como para impedir la invasión del Santo omnipotente.
Aquí tenemos a un joven lejos de las influencias piadosas que habían formado su vida hasta ese momento, pero, aun así, las circunstancias no pudieron dañar ni afectar lo que había sido, sólidamente, implantado en su carácter. El ambiente pecaminoso que le rodeaba era totalmente favorable para cooperar con el mandato del emperador y, como ningún superior judío estaba para controlar sus acciones, su carne bien podría haber deseado la deliciosa comida puesta delante de él. Perfectamente, podría haber justificado su participación en el asunto. No existía ningún obstáculo ni persona que le detuviese para satisfacer su apetito, pero Daniel, sencillamente, no tocó aquella comida. ¡Qué necesarios son este tipo de jóvenes cristianos, que se opongan a la perversión del día de hoy! ¡Qué escasos son!
Los nutricionistas de Babilonia habían determinado la mejor dieta para alimentar a los candidatos destinados al servicio real, con el propósito de desarrollar el más alto bienestar físico y mental. El rey dio su aprobación personal y si hubiera habido alguna excepción a la orden, lo hubiese notado en los siguientes diez días. Una cosa es ponerte tú en peligro y otra es poner en riesgo la vida de otra persona. El mayordomo era responsable, al costo de su cabeza, de asegurarse de que todos se conformaran, perfectamente, con el mandato de rey.
Los hombres de Dios no tienen miedo de permitir a otros dar un paso de fe para que puedan experimentar con ellos la bendición divina. Leamos la conversación de Elías con la viuda de Sarepta: “Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”
(1 R.17:11-16).
El Dios de Daniel es bueno y paciente con los que todavía no han aprendido Sus caminos pero que están a punto de ver la realidad celestial por primera vez. A estos les permite ponerle a prueba. Tomando en cuenta todo lo que hemos aprendido hasta ahora, después de los diez días de prueba, en los que los jóvenes solamente tomaron legumbres y agua, hubo un brillante resultado, que demostró el hecho de que la fidelidad de Dios triunfa sobre lo mejor que ofrece el mundo. “Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey”.
Por favor, entended que ésta no es una lección para ver las ventajas de ser vegetariano; no vamos a transformar esta historia en una propaganda a favor de la comida sana y natural. ¡Esta situación no es ni más ni menos que una demostración del poder de Dios, apoyando la fidelidad de estos jóvenes!
¡No suplantes las joyas de los principios espirituales con la imitación barata de los razonamientos carnales! Estamos viviendo días en los que muchos representantes de la iglesia ponen la fe de George Müeller, la cual ha sido de gran inspiración para millones, bajo un microscopio. Intentan hallar una razón psicológica o sociológica por el acto de entregar a dos mil huérfanos en las manos de Dios, sin pedir ayuda de ningún otro ser humano. No es por nada que Jesús preguntó: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lc.18:8)
Si no podemos ver la Palabra de Dios con ojos espirituales, sería mejor no abrir sus páginas… “Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará” (Lc.8:18). ¡Toma en serio el aviso del mismo Jesús! El que estudia las Escrituras solamente con una mente natural caerá bajo el engaño. No puede tener la percepción que pretende tener. Pero el que aprende del Libro de Texto, escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo, por medio de la misma enseñanza del Espíritu, tendrá un conocimiento de los caminos de Dios que siempre irá en aumento.
Habiendo visto la realidad de la intervención divina, el mayordomo de Nabucodonosor reaccionó positivamente a su primera experiencia con el Dios de Israel. Aprendió la lección y actuó de acuerdo con lo que había vivido, dispuesto a poner su vida en peligro. Confiando en Él, estaba seguro de que el Dios viviente defendería su decisión. No debemos subestimar su entrega; estaba desafiando la orden de la autoridad más alta en la tierra.
No tienes la opción de gozarte de las historias bíblicas si no las aplicas personalmente. Así, desperdiciarás la incomparable doctrina que Dios ha dado al hombre, que no se encuentra en ningún otro lugar sobre la tierra. Están en la Biblia como lecciones que tenemos que aplicar a nuestras vidas y permitir que sean nuestras experiencias personales. La historia de Daniel y sus tres compañeros tiene que ser también nuestra historia.
Ellas nos enseñan los caminos de Dios, que son mucho más elevados que los nuestros. Los caminos de los hombres, además de ser inferiores a los de Dios, son contrarios a los Suyos. Nuestra naturaleza caída ha arruinado nuestra mentalidad, nos hemos conformado a este siglo, y tenemos que ser transformados “por medio de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobemos cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Ro.12:2). Este es el mandamiento de Pablo a los creyentes y habla de un proceso que continúa durante toda la vida. Los discípulos demostraban que, a pesar de su sinceridad, no veían las cosas como Cristo las veía. Pedro mostró, incluso después de ser bautizado en el Espíritu Santo, que necesitaba ser corregido en su manera de pensar (Gá.2:11-21).
-
A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda clase de literatura y sabiduría; además Daniel entendía toda clase de visiones y sueños.
-
Al cabo de los días que el rey había fijado para que fueran presentados, el jefe de los oficiales los trajo ante Nabucodonosor.
-
El rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; entraron, pues, al servicio del rey.
-
Y en todo asunto de sabiduría y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y encantadores que había en todo su reino.
-
Daniel estuvo allí hasta el año primero del rey