Ven, ¡Oh todopoderoso! «Henry Godden Jackson»

Ven, ¡Oh todopoderoso! «Henry Godden Jackson»

La Historia detrás del Himno

VEN, ¡OH TODOPODEROSO!

HIMNO: VEN, ¡OH TODOPODEROSO! AUTOR: HENRY GOODEN JACKSON Henry Godden Jackson, episcopal metodista americano, nació en el condado de Dearborn, Indiana, el 1 de enero de 1838 y murió el 12 de noviembre de 1914, en el condado de Cook, Illinois. Hijo de John Jackson y Mabel Garrigues. Henry Goden Jackson comenzó a enseñar a la edad de diecisiete años en la escuela, a fin de tener medios para terminar su propia educación, ingresando en la universidad Indiana Asbury, donde se graduó en 1862 con honores. En el mismo año se casó con Mary Alice Clarke, descendiente directa de Joseph Clark, uno de los fundadores de Rhode Island. Tambien en 1862 entró al ministerio en la conferencia Northwest Indiana de la iglesia episcopal metodista, pero antes de 1865 fue asignado a la obra educativa. Luego se asoció con el obispo Newman en el restablecimiento de la iglesia episcopal metodista en el sur al terminar la guerra civil. Fue uno de los miembros originales de la conferencia misión Mississippi organizada en Nueva Orleáns, Louisana, el 25 de diciembre de 1865, siendo el primer pastor de la Iglesia Metodista Epicopal Ames en esa ciudad. Junto con el obispo Newman editó Advocate de Nueva Orleáns, resultando herido en los tumultos de 30 de julio de 1866, causados por la animosidad entre la facción organizada por el general Banks y los elementos sudistas extremos que habían aumentado su poder bajo la administración de Andrew Johnson. Después de la recuperación, decidió irse de Nueva Orleans. Regresó a su antiguo hogar en Indiana y retomó con su esposa su obra ministerial y educativa. Luego pasó a servir como superintendente de misiones en América del Sur. Alice y él pasaron muchos años en Buenos Aires, Argentina. En 1868 fue nombrado para la obra misionera en Buenos Aires, Argentina, y en 1869 sucedió al reverendo William Goodfellow como superintendente de las misiones metodistas en Sudamérica. Se quedó diez años, predicando en inglés y español. En ese periodo publicó una colección de himnos en español, la mayoría de ellos compuestos por él mismo, que se usaron en todas la misiones metodistas de Sudamérica. Edificó en Buenos Aires el primer edificio de una iglesia protestante coronado por una aguja, conocido como American Church al costo de 80.000 dólares. Regresó a Estados Unidos en 1878 y fue pastor en Kansas City y Sedalia, Missouri; luego fue presidente de la Universidad de Lewis, que estaba entonces bajo el patrocinio de las conferencias de St. Louis y Missouri. Después se trasladó a Chicago, Illinois, siendo pastor dela Iglesia Centenaria, donde estuvo cinco años. Durante corto tiempo estuvo en la Iglesia de la Avenida Marshfield, siendo luego nombrado anciano presidente del distrito septentrional de Chicago y al finalizar su término fue vuelto a ser elegido para el cargo y asignado al distrito de Chicago. El doctor Jackson fue elegido dos veces para la conferencia general de la iglesia episcopal metodista. Recibió la maestría en humanidades por la universidad Indiana Asbury en 1865 y el doctorado en teología en 1875. También fue miembro del Comité General Misionero durante tres cuadrienios. Sirvió en la Comisión Conjunta para la preparación de un himnario para la Iglesia Episcopal Metodista y la Iglesia Episcopal Metodista del Sur; y fue capellán de la Iglesia de Pittsburgh, Pensilvania, en 1898 Entre sus PUBLICACIONES SE ENCUENTRAN: Himnos Evangélicos de 1876 y El ministro del Evangelio y el apoyo ministerial de 1909 El siguiente es uno de los himnos que Jackson escribió: VEN, OH TODOPODEROSO Ven, ¡Oh, todopoderoso, adorable creador! Padre santo, cariñoso, manifiesta tu amor. A tu trono de clemencia levantamos nuestra voz. Tu presencia te pedimos, nuestro padre, nuestro Dios. Ven, ¡Oh salvador divino, Dios de nuestra salvación! En nosotros haz morada, Vive en nuestro corazón. Eres tú, Jesús, benigno, eres infinito amor: óyenos, te suplícanos. Ven, bendícenos, señor. Ven, ¡Espíritu Divino! Danos tu precioso don; Dios consolador, inspira Paz en todo corazón. De los santos la herencia Déjanos hallar en ti. Y la vida de los cielos gozaremos ya aquí.



Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar