La merced de nuestro Padre «Philip Paul Bliss»

La merced de nuestro Padre «Philip Paul Bliss»

La Historia detrás del Himno

LA MERCED DE NUESTRO PADRE

HIMNO: LA MERCED DE NUESTRO PADRE AUTOR : PHIPIL PAUL BLISS La merced de nuestro Padre Es un faro en alta mar, El nos cuida y nos proteje Con las luces al brillar. Mantened el faro ardiendo! Arrojad su luz al mar! Que si nautas pereciendo Los podreis asi salvar. Reina noche de pecado, Ruge airada negra mar, Almas hay que van buscando Esas luces de alta mar. Ten tu lampara encendida Que en la tempestad habra, Algun naufrago que esta perdido Y tu luz le salvara. Philip Paul Bliss, cantante evangelista americano, nació en Pensilvania, el 9 de julio de 1838 y murió en, Ohio, el 29 de diciembre de 1876. Philip pasó la mayor parte de su juventud en Pensilvania y hasta que tuvo 16 años trabajó en una granja y un aserradero, pero se las arregló para obtener suficiente conocimiento para enseñar en escuelas en Nueva York y Pensilvania. En la escuela de canto del Señor Towner en Towanda, Pensilvania, y en la academia normal de música en Geneseo, Nueva York, recibió algo de preparación musical. El 1 de junio de 1859 se casó con su amada Lucy, de una familia de cantantes. Comenzó su carrera profesional enseñando música en el condado de Bradford, Pensilvania, por dos dólares la tarde y el mantenimiento. El contacto con el compositor y editor George Frederick Rouot desembocó en su asociación con la firma de Rouot y Cady en Chicago hacia 1865 y durante casi diez años viajó por Illinois dirigiendo convenciones musicales y dando conciertos. Formaba parte del coro de la primera iglesia congregacional de Chicago, supervisando su escuela dominical y siendo frecuente solista en reuniones religiosas. Su himnario El encanto en (1871) le hizo popular como compositor musical para la escuela dominical. Luego publicó el Arbol de la Canción en(1872), El Sol brilla en (1873) y La Alegría en(1873). Dwight Laiman. Miudy y.el Señor Whitoel le persuadieron para que hiciera obra evangelizadora y durante 1874 al 76 viajó por el oeste y el sur. En 1874, con Ira D. Sankey, compuso Gospel Songs.(canciones góspel) De los 60.000 dólares que ganó dio considerable parte para proyectos caritativos y evangelizadores. El descarrilamiento del tren donde viajaba en Ashtabula acabó con su carrera. Aunque sobrevivió al accidente, buscó a su esposa que había quedado atrapada, pereciendo ambos. Bliss hizo una gran contribución al éxito de Moody y otros evangelistas, insuflando el aliento de vida en las reuniones de las iglesias. Sus himnos eran entendidos y cantados por las congregaciones y su melodía, nota marcial, alegría y esperanza producen el resultado deseado. Por lo general, Philip Bliss escribía sus himnos después de alguna predicación inspirado por algún versículo o historia que escuchaba en el mensaje. En una de las reuniones de Moody en América relató la historia de un naufragio en una noche oscura y tempestuosa, cuando no se veía ni una estrella. El barco se estaba aproximando al puerto de Cleveland, con un piloto al mando. El capitán, notando que sólo había una luz, conforme se acercaban -de un faro- preguntó al piloto si estaba seguro de que era el puerto de Cleveland, porque deberían estar ardiendo otras luces en la boca del puerto. El piloto contestó que estaba seguro, a lo que el capitán replicó: “¿Dónde están las luces de abajo?” “Se han apagado, señor”, contestó el piloto. “Entonces, ¿podrás llegar al puerto?” preguntó el capitán; a lo cual respondió el piloto: “Tenemos que llegar, señor, o perecer.” Con valor el viejo, pilotó la nave hacia el puerto seguro. Pero ¡ay!, en la oscuridad de la boca del puerto perdió el canal, el barco golpeó sobre las rocas, y en las aguas tormentosas se perdieron muchas vidas. Entonces Moody hizo su llamado a la audiencia: “Hermanos, ¡el Maestro tendrá cuidado del gran faro! ¡Cuidemos nosotros de mantener ardiendo las luces de abajo!” Entre los oyentes del Sr. Moody aquella noche estaba el Sr. Philip. Pol. Bliss, el bien conocido escritor de himnos, y la impactante historia enseguida le sugirió uno de los himnos más populares. LA MERCED DE NUESTRO PADRE



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