Paz, paz, cuan dulce paz «Warren Cornell»

Paz, paz, cuan dulce paz «Warren Cornell»

La Historia detrás del Himno

PAZ, PAZ, CUÁN DULCE PAZ

HIMNO: PAZ, PAZ/ CUÁN DULCE PAZ Título en Inglés: Wonderful Peace Año: 1889 Letra: Warren Cornell Música: William George Cooper Warren Cornell nació el 25 de Abril de 1858 en el seno de una familia cristiana en el estado americano de Michigan . Fue un siervo incansable del Señor Jesucristo desde su conversión a muy temprana edad y bajo la influencia de sus padres. Cuando se consagró a las obras de Dios se convirtió en un tenaz propulsor del Evangélio. Luego al cumplir dos décadas de vida, fue nombrado ministro de Dios por la Iglesia Metodista y desarrollo un prolongado ministerio de 44 años, ministrando en varias iglesias.. El 31 de julio de 1880 contrajo matrimonio con Jennie Roberts en Texas, Tuvieron cinco hijos, cuatro varones y una niña: Sobre las circunstancias en las que se escribió este bello himno, se sabe que surgió a finales del siglo 19, describe la paz espiritual que otorga el Señor. Escrito por Warren D. Cornell y musicalizado por William Cooper. Creada en 1889 en un congreso cristiano realizado cerca de la ciudad norteamericana de West Bend, la canción “¡PAZ, PAZ, CUAN DULCE PAZ!”, es una oda evangélica que describe a la perfección la paz proporcionada por Dios a todos sus seguidores. La centenaria melodía además es una de las alabanzas más populares que no deja de sonar continuamente alrededor del mundo entero. Respecto al origen de este canto el escritor George Sanville, quién en 1943 sacó una obra sobre la historia de 40 emblemáticos himnos cristianos, apuntó alguna vez que: El señor Cornell estaba sentado en su tienda, “luego de un período de meditación profunda, escribió las palabras que habían estado ocupando su mente, y que luego acabaron dando forma al himno “cuán dulce paz”. Se levantó y sin darse cuenta dejó caer al suelo el papel donde había estado escribiendo, y se fue. Cuando William Cooper entró a la tienda una o dos horas más tarde encontró el papel. Se sintió fascinado por la temática y las estrofas. Era tan acorde a sus propias ideas que terminó de completar el poema. Luego sentado en el órgano compuso la melodía con la cual se ha cantado desde entonces.” De no ser porque el pastor Cooper se agachó por algún motivo al entrar a la tienda, este hermoso himno pudo haberse perdido en una cesta de basura, y nadie lo habría notado. PAZ PAZ, CUAN DULCE PAZ En el seno de mi alma una dulce quietud Se difunde inundando mi ser, Una calma infinita que sólo podrán Los amados de Dios comprender. ¡Paz!, ¡paz!, ¡cuán dulce paz! Es aquella que el Padre me da; Yo le ruego que inunde por siempre mi ser, En sus ondas de amor celestial. Qué tesoro yo tengo en la paz que me dio, Y en el fondo del alma ha de estar Tan segura que nadie quitarla podrá Mientras miro los años pasar. Sin cesar yo medito en aquella ciudad Donde al Autor de la paz he de ver, Y en que el himno más dulce que habré de cantar De Su paz nada más ha de ser. Alma triste que en rudo conflicto te ves, Sola y débil tu senda al seguir, Haz de Cristo tu amigo, pues fiel siempre es, ¡Y Su paz tú podrás recibir!



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